miércoles, 11 de abril de 2012

Tipos de energías alternativas


Las fuentes renovables de energía pueden dividirse en dos categorías: no contaminantes o limpias y contaminantes.
·         Energías no contaminantes o limpias.
·         Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
·         El Sol: energía solar.
·         El viento: energía eólica.
·         El calor de la Tierra: energía geotérmica.
·         Los mares y océanos: energía mareomotriz.
·         Las olas: energía undimotriz.
Energía hidráulica: La energía potencial acumulada en los saltos de agua puede ser transformada en energía eléctrica.  Las centrales hidroeléctricas aprovechan energía de los ríos para poner  en funcionamiento unas turbinas que arrastran un generador eléctrico. 

La biomasa: Es una fuente de energía procedente de  manera indirecta del sol y puede ser considerada una energía renovable  siempre que se sigan unos parámetros medioambientales adecuados en su  uso y explotación.
La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo  por el proceso denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es  desencadenante de la cadena biológica. Mediante la fotosíntesis las  plantas que contienen clorofila, transforman el dióxido de carbono y el  agua, productos minerales sin valor energético, en materiales orgánicos  con alto contenido energético y a su vez sirven de alimento a otros  seres vivos. La biomasa  mediante estos procesos almacena a corto plazo  la energía solar en forma de carbono. La energía almacenada en el  proceso fotosintético puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal. 

Energía solar: Los colectores solares parabólicos  concentran la radiación solar aumentando la temperatura en el receptor.  Los paneles fotovoltaicos convierten directamente la energía luminosa en  energía eléctrica. La energía solar es fuente de vida y origen de la  mayoría de las demás formas de energía en la Tierra. Cada año la  radiación solar aporta a la Tierra la energía equivalente a varios miles  de veces la cantidad de energía que consume la humanidad. Recogiendo de  forma adecuada la radiación solar, esta puede transformarse en otras  formas de energía como energía térmica o energía eléctrica utilizando  paneles solares.
Mediante colectores solares, la energía solar puede transformarse en  energía térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energía luminosa  puede transformarse en energía eléctrica. Ambos procesos nada tienen que  ver entre sí en cuanto a su tecnología.  Así mismo, en las centrales térmicas solares se utiliza la energía  térmica de los colectores solares para generar electricidad.
Se distinguen dos componentes en la radiación solar: la radiación  directa y la radiación difusa. La radiación directa es la que llega  directamente del foco solar, sin reflexiones o refracciones intermedias.  La difusa es la emitida por la bóveda celeste diurna gracias a los  múltiples fenómenos de reflexión y refracción solar en la atmósfera, en  las nubes, y el resto de elementos atmosféricos y terrestres. La  radiación directa puede reflejarse y concentrarse para su utilización,  mientras que no es posible concentrar la luz difusa que proviene de  todas direcciones. Sin embargo, tanto la radiación directa como la  radiación difusa son aprovechables.
Se puede diferenciar entre receptores activos y pasivos en que los  primeros utilizan mecanismos para orientar el sistema receptor hacia el  Sol y captar mejor la radiación directa. 

Energía eólica: Es la energía obtenida de la fuerza  del viento. La energía eólica es la que se obtiene por medio del viento,  es decir mediante la utilización de la energía cinética generada por  efecto de las corrientes  de aire.
El término eólico viene del latín Aeolicus, perteneciente o relativo a  Éolo o Eolo, dios de los vientos en la mitología griega y, por tanto,  perteneciente o relativo al viento. La energía eólica ha sido  aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por  velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas. Es  un tipo de energía verde.
La energía del viento está relacionada con el movimiento de las masas  de aire que desplazan de áreas de alta presión atmosférica hacia áreas  adyacentes de baja presión, con velocidades proporcionales al (gradiente  de presión). 

Energía geotérmica: Parte del calor interno de la  Tierra (5.000ºC) llega a la corteza terrestre. En algunas zonas del  planeta, cerca de la superficie, las aguas subterráneas pueden alcanzar  temperaturas de ebullición,  y, por tanto, servir para accionar turbinas eléctricas o para calentar.  La energía geotérmica es aquella energía que puede ser obtenida por el  hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra.  El calor del interior de la Tierra se debe a varios factores, entre los  que caben destacar se encuentra el gradiente geotérmico, el valor radiogénico, etc.  Geotérmico viene del griego geo, “Tierra”, y thermos, “calor”;  literalmente “calor de la Tierra”. 

Energía mareomotriz: La energía mareomotriz se debe a  las fuerzas gravitatorias entre la Luna, la Tierra y el Sol, que  originan las mareas, es decir, la diferencia de altura media de los  mares según la posición relativa entre estos tres astros. Esta  diferencia de alturas puede aprovecharse en lugares estratégicos como  golfos, bahías o estuarios utilizando turbinas hidráulicas que se  interponen en el movimiento natural de las aguas, junto con mecanismos  de canalización y depósito, para obtener movimiento en un eje.
Mediante su acoplamiento a un alternador se puede utilizar el sistema  para la generación de electricidad, transformando así la energía  mareomotriz en energía eléctrica, una forma energética más útil y  aprovechable.
La energía mareomotriz tiene la cualidad de ser renovable en tanto  que la fuente de energía primaria no se agota por su explotación, y es  limpia, ya que en la transformación energética no se producen  subproductos contaminantes durante la fase de explotación. Sin embargo,  la relación entre la cantidad de energía que se puede obtener con los   medios actuales, el costo económico y el impacto ambiental de instalar  los dispositivos para su proceso han impedido una proliferación notable  de este tipo de energía.
Otras formas de extraer energía del mar son la energía undimotriz,  que es la energía producida por el movimiento de las olas; y la energía  debida al gradiente térmico oceánico, que marca una diferencia de  temperaturas entre la superficie y las aguas profundas del océano.
* Energías contaminantes:
Las contaminantes (que son las realmente renovables, es decir, que se  renuevan) se obtienen a partir de la materia orgánica o biomasa, y se  pueden utilizar directamente como combustible (madera u otra materia  vegetal sólida), bien convertida en bioetanol o biogás mediante procesos  de fermentación orgánica o en biodiésel, mediante reacciones de  transesterificación y de los residuos urbanos.
Las energías de fuentes renovables contaminantes tienen el mismo  problema que la energía producida por combustibles fósiles: en la  combustión emiten dióxido de carbono, gas de efecto invernadero, y a  menudo son aún más contaminantes puesto que la combustión no es tan  limpia, emitiendo hollines y otras partículas sólidas. Sin embargo se  encuadran dentro de las energías renovables porque el dióxido de carbono  emitido será utilizado por la siguiente generación de materia orgánica.

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